2009/12/02

Cuanto más?

Por fin ha llegado el momento. Aqui estás Angel Soliz de nuevo buscando tu tesoro.

Lo perdiste hace un lustro navegando en aguas borrascosas, en tormentas en la noche... Cuan lejos estaba tu estrella polar de tantas constelaciones difusas que perdieron tu curso hacia el norte falso de la aurora boreal!

Las coordenadas las guardaste siempre en el códice extraño de tus pensamientos de navegante rancio. Parecían al vulgo un simple garabato hecho con la daga que siempre cargas, sobre el unico leño que sobrevivió a la hecatombe. La misma daga con la que has escrito en la piel tatuajes que te ayudan a no echar en el olvido tus tantos escapes de las mil y un cárceles en las que has vivido. Marcas de las infames luchas que perdiste. Cicatrices que sanaron pero cuya huella no desaparece.

Tan obstinado como siempre te has hecho de nuevo a la mar. Cruzaste de nuevo el meridiano absurdo de la sordidez y te adentraste en la corriente que te lleva de nuevo al lugar triste del naufragio. En altamar todo se ve igual en todas las direcciones pero ese lugar en particular brilla para ti como un faro cegador. Ahi está tu tesoro.

Lanzas el ancla por la borda y aun sin saber nadar te has inmerso en sus azuladas y frías aguas.

Por supuesto ahí está. Y vas por él pero su peso es muy superior al otrora cofre que alzabas a dos manos con orgullo. Algas y un sinnumero de bancos arenosos lo han encayado al fondo del mar. Hurgas en el fondo. Luchas contra su gravedad inmensa. Lanzas mil imprecaciones como un condenado por tu impotencia.

Aun desconoces la entrada del otoño. De hecho le desprecias con esa soberbia enorme que siempre has tenido ante la adversidad. Crees tener suficientes víveres para la travesía, suficiente fuerza en tus brazos para luchar, suficientes armas para defenderte de los piratas.

Tu tesoro es muy valioso, sin duda. Ha sido tu vida entera cifrada en cada guinea y cada perla que contiene. Pero cuanto más vas a luchar, Angel Soliz, para robarlo de su inercia agobiante y ponerlo de nuevo en cubierta para regodearte en sus maravillas como lo fuera otrora?

Cuanto más, Angel Soliz, cuanto mas...

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